TERRITORIO OSCURO

                         MUY   SEGUIDO  EN  YOUTUBE

muy bueno,la verdad impresionado,logras mucho con poco,segui asi,pronto veras resultados
Joe macho¡¡¡ me has acojonado jejeeje. Y esa casa¡¡¡¡¡¡¡ sus paredes....la baranda de la escalera....perfecta para este corto, es igual que las de la pelis ejjejeej. Te seguiré. Un saludo

De aquí a dos semanas habré colgado el corto, aunque este no será de terror, mas bien suspense/ciencia-ficción. Espero que os guste. No os preocupéis que en cuanto lo cuelgue os aviso.

Gracias Manuel, yo estudie audiovisual en Murcia, España. Espero que nuestro próximo corto os guste tanto o más que esteJoseba Flores hace 3 meses
Felicidades. Esta bien, me gusto más eñl comienzo que el final.
Yo estoy con el guion de un a serie de cortos que esperamos empezar a rodar ya!! No tenemos el handycap de las 24 h jejeje!!
Felicidades otra vez, espero poder subirlo antes de verano de 2013.....vamos en serio.... SALUDOS desde Bizkaia


Muy bien! Excelente diseño sonoro. La actuación es verosímil. Hay un único detalle: el audio de tu discurso no se entiende muy bien, pero puede ser causa del acento de tu país.
Por lo demás, ¡enhorabuena!





TERRORIFICOS

HISTORIAS    DE   MIEDO
La Mano Invisible
Alguna vez, en la familia de Lorena ya había ocurrido que a sushermanas les habían acariciado el pelo, la espalda o inclusoempujado... La noche en que le ocurrió a Lorena este breve episodiodormía sola. Compartía habitación con su hermana pequeña, pero ella noestaba. 
    Se abrazó a la almohada, dejándose llevar por el sueñoestirada y con el rostro hacia el techo. La almohada estaba agarradapor su brazo izquierdo, y allí permació todo el tiempo. 
    Cuando ya estaba empezando a dormirse ocurrió: 
Ungolpe seco debajo de su ombligo y encima de su pubis la despertó degolpe. Casi se levantó pero no lo hizo, tan solo permaneció quietamirando a su alrededor y analizándolo todo: la almohada no había sido,seguía abrazada a su izquierda... estaba sola, nadie había tenidotiempo de entrar, pegarle y luego salir... 
    Pensó y recordóotro episodio, cuando un fin de semana se había marchado con unosamigos a celebrar un weekend en una casa de Icona en mitad de unamontaña de Ayora. Todos iban a ponerse hasta arriba de tripis, peroella no lo hizo. Tenía el suyo, pero no lo tomó, simplemente lo guardó.
    La casa tenía apenas dos habitaciones: donde se dormía -unamplio cuarto donde había tirado en el suelo un colchón de matrimonio yuna litera de madera-, y el salón, donde se pensaban correr la juerga. 
   Menos una pareja que se marchó a la habitación, el resto permaneció enel salón tomando tripis, fumando porros y bebiendo alcohol. La fiestano acabaría hasta el día siguiente. Lorena, por algún extraño motivo,no hizo nada de eso, y decidió irse a dormir. 
    No era cómodotumbarse allí con aquella pareja que -si bien no estaban haciendo nada-sí buscarían algo de intimidad, pero por algún motivo que ni ellasabía, Lorena decidió tumbarse en una esquina de la litera, con elcuerpo pegado a la madera, los brazos flexionados en dirección hacia sucabeza, sin apenas un sólo hueco por el que alguien pudiera hacer loque hizo: tocarle el pecho. 
    No recordaba si era el izquierdo oel derecho cuando me lo contó, pero sí recordaba la sensación de pánicoque sintió. Algo había tocado su pecho como si lo amasara, y no habíaespacio entre sus brazos para conseguir tal hazaña. 
    También enaquella ocasión, tras sentir un escalofrío en la espalda y  notar cómoabría desmesuradamente los ojos por el miedo, analizó la situación. Lapareja seguía tumbada en su rincón, y no había nadie más. 
    Sudeterminación fue más que sorprendente. Se dijo: si tengo que sufriralucinaciones, al menos que sea con un tripi en el cuerpo.Curiosamente, el resto de la noche no le ocurrió nada más. Se comió sutripi, bebió alcohol y se rió con el resto de su grupo.   
 2  
Nunca debes ponerte frente al espejo y repetir nueve veces seguidas el nombre de Verónica. Sé que quizás hayas oído esta historia...Quizás pienses que es mentira y no me creas...está bien, no pasa nada, pero por favor NO TE BURLES DE ELLA ya que puede caer sobre ti una maldición terrible. 

Veronica era una chica de 14 años que haciendo espiritismo en una casa abandonada no siguió las reglas de los fantasmas, se burló durante toda la invocación y una silla que había en la habitación cobró vida y la golpeó mortalmente en la cabeza. Pero la venganza de los espíritus no acabó aquí: Verónica aun no descansa en paz. Su espíritu está condenado eternamente y ahora es ella la que quiere vengarse de todo aquel que no sabe respetar el Mas Allá.

María era una chica que conoció la leyenda en su universidad. Ella era mayorcita para creer en esas estupideces, pensaba ella y se reía. Sus amigos la picaron, ya que si no tan valiente que era no tendría problemas en hacerlo. Fue a un baño, acompañada de una compañera y lo hizo. No pasó nada y el grupo, entre risas, lo olvidó enseguida.

Pero María no pudo olvidarlo. Al hacerlo sintió un escalofrío indesscriptible...y su pesadilla comenzó esa misma noche. Tumbada en la cama, despertó por un sonido raro. Era un susurro indescifrable que oía cerca de la nuca. Además sentía como si alguien respirara en su cuello. Asustada, se levantó y encendió la luz. Nada había a su lado. Pero no pudo dormir en toda la noche. 

Al día siguiente, no se atrevió a contárselo a nadie de la universidad aunque aún seguía aterrorizada por lo que le había sucedido la noche anterior. En mitad de la clase tuvo que salir al servicio. Cuando entró al baño, hacía mucho frío y una capa de vaho cubría el espejo. María lo limpió con la mano y vió horrorizada que tras ella había una chica con una expresión de odio y sangre en la cabeza. Cuando se volvió a mirar, ya no había nadie. Rió nerviosamente, pensando que todo era fruto de su imaginación, los nervios y el cansancio. Sin embargo, al volverse hacia el espejo vió algo que la dejo blanca. En el vaho había frase escrita: "No debiste invitarme a volver".

María no pudo soportarlo. Encerrada en un manicomio, sólo decía que el fantasma de Verónica la seguía atormentando. No pudo soportarlo y acabó suicidándose.

Yo lo pensaría dos veces antes de meterme con el Más Allá
 3
¡Me encanta el verano! Siempre voy al pueblo de mi padre y me junto con otros chavales que tampoco viven allí pero que vuelven todos los años. Pasamos los días en la piscina y las noches bebiendo y riendo. Solemos estar bebiendo y fumando todos los amigos en un claro que hay en un pinar cerca del pueblo. Mi padre me dice que no entremos allí..que no es un sitio adecuado para estar de noche...pero chulísimo, se está muy agusto, y además nunca hay nadie. No entiendía porque me daba esa advertencia hasta que una noche sucedió algo que nunca podré olvidar. 

Estabamos allí de risas y hablando de nuestras cosas hasta que en un momento de la noche una amiga, Silvia, empezó a ponerse blanca. Gritaba temblando que en la oscuridad, entre los pinos, había alguién o algo...estaba quieto mirándola muy fijamente...Todos comenzamos a reir bromeando y le dijimos que dejara de beber. Ella no salía de su temor...ya no veía la figura pero estaba segura que no se la había imaginado.  Varios nos ofrecimos a ir hasta el sitio para que se convenciera de que no había nada ni nadie. 

Tras la comprobación a Silvia se le pasó el susto. Todos seguimos riendo y charlando cuando esta vez fui yo el que se sentía observado por alguién. Esa hombre...pálido mirándome fijamente...¡¡ERA VERDAD!!. Me entró tal desesperación que comencé a gritar. Silvia lo volvió a ver y también gritaba. Nadie entendía nada pero nos pedían que parasemos...la broma se estaba haciendo pesada. Nosotros insistíamos: "no es una broma. ¿Acáso no le veís?" Nadie le veía...había vuelto a desvanecerse. 

Algunos fueron a mirar otra vez...¡nada! Seguimos allí pero yo ya no estaba nada agusto...de repente Raúl gritó un fuerte "Dios, ¿Qué es eso?" de una forma agónica, se levantó y empezó a correr hacía el pueblo...todos le imitamos. No tuve tiempo de girarme y mirar, pero sé lo que vio. Esa figura de mirada pálida penetrándote...

Nunca más volvimos allí...nadie de nosotros se ha atrevido nunca a comentarlo...pero estoy seguro que no somos los únicos que lo hemos visto. Ya sé porque mi padre me decía que no entraramos allí...y porque nunca me decía la razón. Él, al igual que yo, no quiere nombrarlo nunca más.
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Sandra tenía 15 años. Le encantaban las historias de terror y de fantasmas y se las solía contar a sus amigas del cole por las tardes hasta que se tenían quemarcahr a casa ya casi anocheciendo. Así pasaban muchas tardes. Y siempre antes de volver a casa, las chicas avisaban a Sandra de que si luego no podían dormir "se iba a enterar".
Una tarde, haciendo un trabajo en casa de una amiga, le relató una de sus historias. Era una historia realmente aterradora y la amiga se quedó bastante asustada. Y quería devolverle la moneda. Así que le dijo: "ahora te contaré yo lo que te va a pasar y verás quién pasa miedo. Cuando vayas a casa un señor con un maletín, vestido de negro y con bigote te seguirá para matarte."
Sandra rió, pero al regresar la historia rondaba por su cabeza y andó con una psicosis total. Aunque lo que realmente podía asustarle era un hombre con un maletín, vestido de negro y con bigote, y de esos no hubo ninguno en todo el camino. Llegó a casa y comprobó que no funcionaba el ascensor. Tuvo que subir ocho pisos a pie. Y lo peor fue cuando su madre le dijo que bajara la basura: 
"¡Jo, que no va el ascensor!" Se quejó inútilmente.
Resignada cogió la bolsa de basura y comenzó a bajar despreocupada... pero a mitad de camino las piernas se le aflojaron y casi perdió el equilibrio. Frente a la puerta de una casa, esperando el ascensor, había un señor trajeado de negro, con bigote y un maletín.Con los nervios a flor de piel, casi a punto de gritar, corrió escaleras abajo sin pararse a pensar si el hombre le seguía.
¡Qué aterradoras pueden ser las casualidades! ¿O fue una visión de Lucía? ¡Quién sabe..!


Conocía muchas historias de fantasmas en la carretera. Pero la historia que leí en un periodico me impactó. Hablaba de una carretera fantasma.
Se cuenta que hay una carretera comarcal en Paiporta, cerca de Valencia, dónde ocurren unos sucesos un tanto extraños. Y lo más impactante es que en los ultimos meses mas de 10 personashan muerto allí. Y no se sabe la razón exacta. Nadie se había percatado de esta ciscunstancia ni se le había dado importancia hasta que se ha producido el testimonio del señor Martín. este hombre narra un suceso impactante que ha causado impacto y que ha hecho que se investiguen los hechos. 
El Sr. Ruiz vive en un chalet situado en la carretera mencionada. De este hecho deducimos que la conoce a la perfección. Una noche conducía a casa de regreso del trabajo. Iba con mucha precaución ya que en el ambiente reinaba una niebla muy espesa muy poco propia de aquella zona. Nunca había visto una niebla tan densa nunca. Y, de repente, tuvo que dar un frenazo brusco. Se encontró ante un cruce en la carretera, pero un cruce...un camino que no había visto nunca. Él llevaba 10 años viviendo allí, pasando dos o tres veces al día por allí…y nuca había visto ese camino.
Reanudó el trayecto con una sensación de extrañeza enorme, dudaba si realmente había visto un cruce o era sólo su imaginación. Podía haber sido un efecto de la luna en la niebla…pero es que estaba seguro que allí había un camino.
Al día siguiente regresó por el mismo camino, dirección al trabajo, y al pasar por el mismo punto un escalofrío recorrió su cuerpo: no había ningún camino allí. En aquel lugar sólo había un terraplén de 4 metros de altura. En ese momento se dió cuenta que si hubiera cogido el camino habría caído por él y se habría despeñado. Gracias a que conocía el trayecto no lo cogió.
El suceso le había dejado muy confundido y lo comentó a unos amigos suyos al llegar al trabajo. Todos rieron, salvo uno que palideció al instante: Había oído hablar de esa carretera, de la historia de un camino que aparecía subitamente en una noche de niebla densa, pero nunca la creyó. Ahora todo parecía aclararse. Todo era cierto.
Ellos han estado investigando…en esa carretera han muerto más de 10 personas despeñadas…pero lo peor es que no es el único caso en todo el país. Existen muchos accidentes en noches de niebla extrañamente densa …¿será casualidad o será que existen más carreteras fantasmas?
 5
Estaba yo en la Laboral y corría el año 1996 cuando cuatro chavales y yo decidimos pasar de Lengua y dar una vuelta por los sótanos de la Laboral. Entramos por los gimnasios que estaban destrozados que pegaban ya a la Facultad de Veterinaria y empezamos a ver que había una gran oscuridad y que era como un laberinto, al menos sin luz; decidimos que como Enrique era el mayor y el que mejor orientación tenía fuera el primero en ir. Yo iba el segundo porque no me fiaba ya que Enrique era un cabrón y podía hacer la gracia de salir corriendo y dejarnos solos.
Bueno, vamos ya a la historia... en fin, empezamos a andar despacio donde no había luz y mas rápido donde la había ya que sabíamos que había obreros pues conocíamos a algunos y además se oían golpes de martillos o palas. La verdad es que ahora que recuerdo que no habíamos visto a nadie. Bueno, llegamos a las rejas que se veían por el pasaje al alaken II y asustamos a unos que pasaban por ahí. Seguimos hacia delante y nos encontramos las antiguas lavanderías donde encontré las pesas oxidadas; antes habíamos visto la sala de los cables donde habíamos bromeado con que había un ahorcado.
Al volver por ese cuarto Enrique echó a correr, yo lo estaba alcanzando y un brazo me agarró. Todos los de atrás y yo gritamos y Enrique se volvió... vimos a un pavo con un mono naranja que nos paró y dijo que nos esperáramos ahí, que quería contarnos algo. Nos dijo que cuando la Laboral se inauguró por los años sesenta él y unos amigos se fueron por los sótanos y un amigo suyo se cayó por un agujero y nunca lo encontraron y él estaba allí porque decía que se le oía y que lo estaba buscando.
Nos fuimos echando leches de allí, preguntamos por el hombre y nadie lo conocía y no había nadie trabajando allí que tuviera un traje naranja ni con esa descripción. Entramos otras veces pero no lo vimos más.
En el complejo de verano de la playa del Saler en el que hablo en el relato de "Los pasos", ocurrió algo más. La familia de Lorena se hizo amiga de otra familia numerosa, concretamente de dos hermanos: Belén y Miki. 
    Belén era de la edad de la hermana mayor, y Miki salía aquel verano con Lorena. 
    Aquel verano era el verano en que la prima Merche y el amigo de la familia estaban pasando un mes, y en esta ocasión no había padres que vigilaran los actos de sus hijos. 
    Allí estaban Lorena y su hermana mayor (llamémosla Nieves), la prima Merche y el amigo de la familia (llamémosle Jorge), y los hermanos Belén y Miki (nombres también inventados). 
    Decidieron jugar a la ouija y como no tenían tablero, Lorena se ofreció a hacer las letras recortando trozos de las tapas de sus libretas y escribiendo las letras con un rotulador gordo.
Se pusieron alrededor de la mesa redonda rociando ésta con unas gotas de aceite para que el vaso se deslizara sin que apenas los dedos llegaran a tocarlo. Todo estaba previsto para poner las cosas fáciles al espíritu que viniera. 
    Comenzaron riéndose y bromeando. Entonces Nieves se puso seria y dijo que ya estaba bien. 
- Concentrémonos de verdad. 
    Todos le hicieron caso. Ya nadie se rió con aquello de "espíritu, si estás ahí, danos una muestra".
A los pocos minutos Miki comenzó a golpear rítmicamente el vaso con su dedo. Estaba totalmente absorto con su mirada fija -aunque parecía perdida- sobre el vaso, y golpeteaba una y otra vez. Levantaba el dedo, lo dejaba caer sobre el vaso, y así repetidas veces. 
    Lorena tenía a Miki al lado y le pasó la mano por los ojos. Miki respondió bajando los párpados para no abrirlos durante un buen rato. Pero lo que ocurrió fue más que espeluznante. 
    En el mismo momento en que cerró los ojos, su dedó tocó por última vez el vaso, y acto seguido se desmayó sobre la mesa. 
    Como pudieron trasladaron su pesado cuerpo al sofá y lo dejaron allí preguntándose qué le ocurría. Entonces se dieron cuenta de dos detalles: Por un lado, de sus ojos cerrados se deslizaban lágrimas, y por otro, de su boca entreabierta se empezaba a escuchar una risa... una malvada risa femenina que parecía propia de una bruja. 
    Se asustaron sobremanera y Nieves le pidió ayuda a Merche: 
- Tú tienes poderes Merche, haz que despierte, haz algo por favor.
Merche respiró hondo y salió al balcón para concentrarse en soledad. Era verdad, tenía ciertos poderes, no en vano decían que su propia madre era una bruja. 
    Mientras tanto Belén miraba nerviosa a su hermano, Jorge y Nieves se miraban y se preguntaban qué era esa risa que salía de su boca, y Lorena, desde los pies de Miki, miraba hacia el balcón rezando para que Merche pudiera sacarlo del trance. 
    Merche entró y se dirigió hacia Miki que seguía tendido en el sofá. Le cogió la mano, y con voz grave le dijo: 
- Miki, despiértate. 
    Fue una orden. Y en un minuto los ojos de Miki estuvieron luchando por abrirse. Cuando al final lo hizo se sentía mareado y extraño. 
    Antes de contarle lo sucedido, Lorena le preguntó qué había sentido: 
- Tenía frío y calor, todo se puso negro, y no recuerdo nada más. 
 
Mientras trataban de tranquilizar a Miki, Lorena se dedicó a desmantelar la mesa. Todas las letras se iban a ir a la basura, pero algo llamó su atención. Una letra había salído perjudicada con el aceite, estaba manchada. Lorena la levantó, era la letra "L". Con estupor comprobó que el aceite había formado lo que desde nuestra infancia consideramos un fantasma, ese que hasta te puedes comer en helado o que aparecen en los dibujos infantiles. El fantasma tenía una especie de boca hacia abajo. Al darle la vuelta a la letra comprobó algo más: por detrás, la boca sonreía. Miki había llorado y había reído... aunque no lo recordara. Las letras mostraban ambos estados de ánimo. 
    Curiosamente Lorena no se percató de la relación entre estos dos detalles hasta que alguien, una amiga, lo relacionó y se lo dijo. Lorena cayó en la cuenta y desde entonces la historia le da más terror.
Pero hay una cosa más en esta historia: dicen que al terminar una sesión hay que romper el vaso para que el espíritu se marche de la habitación donde se ha hecho la ouija. Ellos tiraron el vaso desde un tercer piso... y no se rompió
 7
Como yo lo recuerdo, hace ya unos cuantos años. Cuando todavia estaba viviendo con mis padres, es decir en su casa. 

Una de tantas noches en las que me quedaba solo, comenzaron una gran variedad de fenomenos extraños. 
El primero y no menos importante sucedio cerca de la media noche. Yo me encontraba en el salon de la casa viendo la television. Como no es raro estaban emitiendo uno de esos programas sonnifero tipicos de la epoca. De forma inocente e inconsciente se me ocurrio decir en voz alta lo siguiente: 
¡que rollo, voy a cambiar a canal sur a ver que hay!. 

Y antes de que hubiera cogido el mando a distancia la television se cambio no se como a esa misma cadena que yo habia nombrado. 

Como es logico los pelos se me pusieron como escarpias, y me levante. tuve la sensacion de que alguien me observaba gire la cabeza y vi como se encendia la luz del pasillo. Con cierta valentia fui a apagar la luz y antes de llegar a hacerlo vi como se caian dos libros desde la estanteria que dificilmente podian moverse ya que estaban sujetos por otros libros que estaban a los lados. 

Despues de esto cogi las llaves y sali por patas a casa de mis tios. 
No tenia intencion de dormir esa noche en casa.



MAS    
LA  MUERA  DEL  AUTOBUS  {nuevo}
Cuenta la leyenda que una mujer que regresaba del trabajo en un autobús a altas horas de la madrugada se quedó petrificada al ver como dos hombres ayudaban a subir a un mujer que parecía inconsciente. Aunque en realidad…
Un autobús de servicio nocturno hacía su ronda por el centro de la capital, aunque en fin de semana solía ir lleno de jóvenes que regresaban de fiesta, entre semana el transporte no llevaba a mas de tres o cuatro personas en cada viaje.
Sandra era una de esas trabajadoras noctámbulas que terminaban su jornada laboral al amanecer, pero hoy había tenido suerte y se pudo escapar un par de horas antes de la empresa donde trabajaba como teleoperadora. Mientras subía al autobús iba pensando que con  un poco de suerte podría dormir del tirón y levantarse a una hora “normal”, como el resto de sus conocidos, para pasear por el parque a la luz del sol. Como echaba de menos hacer vida diurna, pero por desgracia su trabajo por la noche era agotador y en más de una ocasión los jefes les obligaban a hacer unas horas extras, que por supuesto no se reflejaban en su sueldo.
El conductor de la ruta ya era un habitual, pero la verdad es que Sandra no era muy dada a hablar con desconocidos por lo que al “picar” su billete intercambio una sonrisa con él y continuó avanzando. Sentada en la parte central del autobús, luchaba contra el sueño mientras trataba de mantenerse despierta, no quería pasarse de su parada y acabar en la otra punta de la ciudad. Como casi siempre el transporte estaba casi vacío, sólo un chico con aspecto de universitario escuchando música con su ipod mientras ojeaba cientos de hojas de apuntes.
Sandra miraba aburrida por la ventana cuando sintió que el autobús se detuvo a recoger otros pasajeros. Dos hombres subieron colgando de sus hombros a un mujer que parecía inconsciente, muy probablemente se hubiera pasado con la copas y sus amigos la estuvieran llevando a casa, era el pan nuestro de cada día durante el fin de semana pero un martes era más extraño ver un espectáculo como aquel.
Los hombres avanzaron de lado por el pasillo mientras la mujer parecía envolver con sus brazos el cuellos de sus acompañantes, sin duda estaba totalmente inconsciente porque arrastraban sus pies por el suelo con cada paso que daban hasta el fondo del autobús. Una vez allí se sentaron en la última fila uno a cada lado de la mujer. Su aspecto desaliñado y el pelo cubriendo su cara impedían ver si se encontraba bien. Pero Sandra que no tenía mucho más que hacer lanzaba miradas furtivas a los extraños compañeros de viaje.
Los tres se mantenían en silencio y los hombres parecían un tanto agitados, probablemente por tener que cargar a cuestas a la mujer, que francamente tenía unos kilitos de más, cuando descubrieron que Sandra les miraba continuamente le lanzaron una mirada tan fría e intimidatoria, y se dijeron algo el uno al otro que no alcanzó a escuchar. De inmediato bajó la cabeza y asustada no se atrevió a mirar de nuevo hacia atrás.
Pero pasados unos minutos su curiosidad pudo a su miedo y se acordó que tenía un set de maquillaje en el bolso, sacó un pequeño espejito y empezó a buscar el ángulo para mirar que hacía el trío sin ser descubierta. Los hombres estaban distraídos mirando por las ventanillas como intentando descubrir donde estaban o buscando algún lugar. La mujer que ya no estaba rodeando con los brazos los cuellos de sus acompañantes y se había recostado en el asiento, parecía que se había despertado y  miraba hacia ella. Sandra aprovechó que los hombres no podían verla para girarse a mirar a la mujer.
Casi se cae al suelo del susto cuando vio la cara de la mujer con la boca totalmente abierta y los ojos como platos mientras la miraba, nuevamente agachó la cabeza y se giró al frente. El aspecto de la mujer la había dejado impactada, la miraba como con ojos de terror y tan fija y fríamente que parecía una muñeca. Sin poder evitarlo miraba por el espejo qué sucedía una y otra vez, pero la mujer no dejaba de mirarla, inmóvil.
Mientras se giraba nuevamente a ver que sucedía sintió una mano en el hombro que casi la mata del susto, era el chico del ipod que se había levantado mientras ella estaba distraída. Con una cara de miedo que Sandra nunca podrá olvidar la miró y la susurró al oído.
“Bájate conmigo en esta parada y por lo que más quieras no mires a la gente que está sentada detrás”
Sandra sintió algo en su tono de voz que no le hizo dudar que el chico estaba muerto de miedo y debía obedecerle. Ambos bajaron en la siguiente parada, con la cabeza agachada y sin mirar a los extraños personajes que se habían sentado en la otra punta del autobús.
El autobús continuó su viaje y cuando sintieron que ya se había alejado lo suficiente el chico se giró hacia Sandra y le dijo:
“Esa mujer estaba muerta, esos locos la llevaban como si estuviera borracha o desmayada pero estaba muerta, estoy estudiando medicina y te puedo asegurar que presentaba claros indicios de rigor mortis. Estaba totalmente rígida y tenía la cara y las manos moradas. Esos psicópatas la llevaban paseando por la ciudad como si tal cosa. Tenemos que llamar a la policía”

NOTA: Esta leyenda urbana es posiblemente una de las que más tintes de verdad puedan tener de las que hemos puesto hasta ahora. La idea de que cualquiera a nuestro alrededor se puede ocultar en la oscuridad y soledad de la noche para disfrazar un crimen es por desgracia mucho más común de lo que pudiéramos pensar. Y sin duda el momento propicio para “deshacerse” de un cadáver es a altas horas de la madrugada cuando no hay casi nadie por las calles.

El 1 de Febrero de 1974, en un moderno condominio de oficinas, localizado en la ciudad de San Pablo, Brasil, se desató un increíble incendio que provocó la muerte de 189 personas y dejó un saldo de más de 300 heridos. La causa del siniestro fue Un cortocircuito en el piso número 23 del edificio y desde dicho lugar, el fuego se propagó rápidamente alcanzando temperaturas superiores a los 700º C. Las llamas y el humo, se convirtieron en una trampa letal para las víctimas.

ATRAPADOS  EN  EL  METRO

Una de las leyendas más recurrentes en ciudades con Metro (trenes subterráneos) es la de que en su interior y amparados por la oscuridad de sus túneles se esconden todo tipo de delincuentes, vagabundos y personas de mal vivir que escapando del frío o de la policía se ocultan en viejas estaciones abandonadas o conductos de ventilación.
Paula había bebido más de la cuenta por lo que aquella noche regresaría temprano a casa, se sentía bastante mal y muy mareada pero como era relativamente temprano decidió que en lugar de gastarse su dinero en un taxi, como hacía habitualmente cuando regresaba de la discoteca, aprovecharía que el Metro aún seguía abierto para ahorrarse unos cuantos euros.
El trayecto era largo y las pocas personas que viajaban en su vagón parecían tan cansadas como ella, sólo un grupo de amigos que bromeaban al fondo del tren hacían el suficiente ruido con sus bromas y risas para mantenerla despierta, pero cada vez tenía que luchar con más fuerza para no quedarse dormida. Por desgracia en la siguiente estación tenía que hacer un transbordo así que se bajó y tras caminar por los pasillos de la estación llegó al andén en el que abordaría el metro que la llevaría a casa.
El cartel luminoso avisaba que el próximo tren tardaría seis minutos en llegar, por lo que Paula decidió esperar sentada en uno de los bancos junto al andén. El silencio y la soledad de esa estación provocaron lo inevitable y a pesar de sus esfuerzos se durmió y casi sin darse cuenta se recostó en el banco usándolo como si fuera una cama. Era tan profundo su sueño provocado por la borrachera que cuando pasó el último metro de la noche ni siquiera lo sintió pasar.
Hasta pasada más de una hora no se despertó, por suerte la borrachera parecía haberse esfumado parcialmente tras la cabezadita, pero algo parecía no ir bien. El cartel que avisaba la llegada del próximo tren estaba apagado y al mirar la hora en su teléfono móvil se dio cuenta que eran casi las dos de la mañana.
Asustada empezó a subir las escaleras mecánicas de la estación, que ya estaban apagadas, para salir de allí. La parada en la que tenía que hacer trasbordo era una de las más antiguas, viejas y pequeñas de la ciudad por lo que la sensación de agobio y miedo eran mucho más intensas. Al llegar a la salida la peor de sus pesadillas se hizo realidad. Las puertas estaban cerradas y no había nadie en la estación por lo que por más que gritara nadie podría escucharla desde la calle. Además su teléfono estaba sin cobertura, esas malditas estaciones casi nunca tenían señal y las puertas de cristal herméticamente cerradas la separaban del exterior aún por unos cuentos metros.
Paula no sabía qué hacer, miraba a las cámaras de seguridad y hacía gestos esperando que alguien desde algún puesto de control pudiera verla, pero ella misma sabía que eso era imposible, no había nadie controlando las cámaras porque la estación había sido cerrada desde fuera.
¿Cómo era posible que nadie la despertara? ¿No tenían los guardias de seguridad que comprobar que nadie quedara dentro de la estación antes de cerrar?
Su miedo se convertía por momentos en cólera y confusión. Desde luego no podía esperar hasta que a la mañana siguiente abrieran de nuevo el Metro, faltaban más de cuatro horas para que se reiniciara el servicio y si llegaba a casa a las 7 de la mañana su padre probablemente la mataría.
Con la mente aún nublada por el alcohol decidió que lo mejor que podía hacer era caminar por los raíles del tren hasta la siguiente parada. El camino era oscuro y realmente tétrico pero sabía que su destino no estaba muy lejos y gracias a la luz del flash de su teléfono podría alumbrar el camino. La siguiente estación era una de las más importantes, con gran cantidad de líneas y recientemente había sido remodelada por lo que estaba segura que allí podría encontrar a alguien que la permitiera salir a la calle donde abordaría un taxi.
La idea parecía muy buena, pero a la hora de la verdad recorrer aquellos túneles era realmente escalofriante, un silencio casi sepulcral hacía que hasta la más leve de sus pisadas resonaran con el eco de las paredes. Se podían escuchar los chirridos de las ratas y el goteo de algunas zonas en las que parecía que había leves escapes de agua.
Sus pasos eran cortos y se detenía a menudo a escuchar porque sentía como si alguien la observara desde la oscuridad. El miedo la invadía y paralizaba por momentos, pero ya era demasiado tarde para volverse atrás, debía estar casi a mitad de camino cuando unas voces la alertaron. Por un momento pensó en gritar para que supieran que estaba allí pero decidió ser cauta y apagar la luz de su teléfono mientras se escondía en un estrecho pasillo que había en un lateral del túnel.
Mientras permanecía escondida y en silencio pudo ver la figura de dos hombres bastante corpulentos, sus ojos cada vez se adaptaban más a la escasa iluminación de las luces de emergencia que había cada muchos metros en el túnel. Ambos parecían discutir acaloradamente por un cartón de vino y a escasos metros de donde se encontraba Paula comenzaron los empujones y golpes. El más grande de ellos le propinó un puñetazo que tumbó al otro y gloriosamente alzó su trofeo mientras de un trago se bebía casi la mitad del contenido del cartón de vino.
El más pequeño enfurecido sacó un cuchillo de la espalda y se lo clavó repetidamente en el cuello a su rival, realmente se ensañó con su cadáver y a pesar de la poca luz Paula pudo ver con claridad como tenía toda la cara manchada de sangre. Recogió el poco vino que quedaba y se lo tomó de un trago.
Paula estaba temblando del miedo, no se atrevía ni a respirar y desde luego mucho menos a moverse, si estaba lo suficientemente quieta tal vez el vagabundo asesino se iría de allí sin verla. Pero la casualidad no se quiso aliar con ella y justo cuando el asesino se daba la vuelta para marcharse del lugar la batería de su teléfono la delató. Un incesante pitido advirtiendo que la carga estaba a punto de agotarse comenzó a sonar y el vagabundo se giró de inmediato.
¿Hay alguien ahí? Puedo escucharte, ¡Sal inmediatamente o te rajo!
La pobre chica se quedó petrificada y no sabía cómo actuar mientras el asesino se acercaba a ella. Por instinto decidió tirarle el teléfono con tan mala puntería que este pasó por encima del vagabundo y golpeó la pared del fondo. Él, que todavía no había visto a la chica, escuchó un ruido a sus espalda y se giró, momento que aprovechó Paula para salir de la oscuridad y empujarle a la vez que salía corriendo.
El vagabundo enfureció de tal manera que no dejaba de gritar e insultar a Paula, se levantó y comenzó a perseguirla por los túneles. Ella no era una buena deportista pero el miedo se apoderó de sus piernas y le dio fuerza para correr dejando atrás los zapatos de medio tacón que llevaba aquella noche, sus pies se ensangrentaron mientras corría sobre la gravilla y guijarros del suelo de túnel. Sin embargo el miedo era más fuerte que el dolor y no se detuvo a pesar de que en varias ocasiones estuvo a punto de caerse al tropezar por culpa de la casi total oscuridad de su ruta de huída.
Al llegar a la estación Paula ya había logrado sacar unos cuantos metros a su perseguidor y subió al andén para adentrarse en los pasillos que la llevaban a la salida del Metro. A sus piernas empezaban a fallarle las fuerzas pero no se podía parar a descansar así que casi extenuada subió el último tramo de escaleras.
Lo que vio allí la heló la sangre, la estación estaba al igual que la anterior cerrada y no parecía haber nadie, comenzó a gritar desesperada, a gesticular a las cámaras y golpear las puertas. Pero su perseguidor que conocía a la perfección los horarios y hábitos de los trabajadores del metro ya había subido la escalera y la había cortado toda posible ruta de escape.
El asesino se abalanzó sobre ella y tras inmovilizarla la violó y sometió durante más de una hora. Cuando había saciado todos sus apetitos sexuales sacó de nuevo el oxidado y ensangrentado cuchillo con el que había matado al otro vagabundo y se lo hundió repetidamente en el pecho hasta que Paula dejó de patalear y murió con una horrible expresión de terror en su rostro.
Al día siguiente los trabajadores se encontraron con un surco de sangre que se perdía en la profundidad del túnel, asustados deciden revisar las cintas de vídeo que grabaron esa noche y pudieron observar la desgarradora escena de la violación y asesinato y como el vagabundo arrastraba el cuerpo de Paula dejándolo caer escaleras abajo para de nuevo arrastrarlo hasta la oscuridad de las vías del tren.
La policía localizó los dos cuerpos pero no encontraron ni rastro del asesino, del cual se dice que todavía utiliza los túneles del
subterráneo para esconderse de noche



El asesinato de la familia Ferreira:

Paulo Ferreira de Camargo era el propietario legítimo de las tierras en las que se construiría, con el correr de los años, el edificio Joelma. En el lugar vivían Pablo con su madre y sus dos hermanas. Nos cuenta Francisco, a través de un correo electrónico, que durante la década del cuarenta del pasado siglo, en dicha finca sucedió un misterioso suceso, de esos que trascienden de boca en boca y de generación en generación y que nunca dejan de llamar la atención a los oyentes. Paulo Ferreira, que era por ese entonces profesor de química, habría asesinado a sus hermanas y a su madre, y habría intentado fingir un accidente de tráfico, en el que habrían muerto las tres mujeres. Sin embargo, ante la ausencia de los cuerpos y al carecer de pruebas referidas a dicho accidente, la policía inició una investigación que terminó por involucrar al propio Ferreira. Durante el transcurso de ésta investigación, el asesino se vio acosado por la policía ya que las pruebas lo señalaban como el principal sospechoso, y se suicidó con un disparo en el corazón. Tras su muerte, los cuerpos fueron encontrados en un pozo que Paulo habría hecho construir algunas semanas atrás y durante el rescate, uno de los bomberos murió víctima de una extraña infección por su exposición a los cadáveres en putrefacción, sumándose a la lista de muertes de éste fatídico lugar.

O  SI ¡¡¡
MIRA
 ESTA  LOCA uuuuuuuuffff   
  

FICCION  TERRORIFICA???'

ESTE  PEQUEÑIN   NO  DA MIEDO,  PERO   ES  FEO  FEO  FEO,  PERO  MUY FEO,  YO  VEO  SIMILITUDES  CON  EL  PRIMO  DABOLICO   DE   FALETE,  MIENTRAS   CAMINA    DESPACIO  CON UN CHANDAL  ROSA,   Y  UN   TUTU""   EN  LA  CABEZA;  ¡NOSOTROS; AQUI,  VEMOS   y  ADORAMOS   A  SU PRIMO    FEO   DIABOLICO.    ¿¿¿QUIEN  MUERDE  MAS???????????


Una Historia de película:

En 1979 se estrenó una película cuya trama principal giraba en torno a una de las víctimas del incendio, más precisamente, de una joven contadora que trabajaba en el lugar de los hechos llamada Volquimar Carvalho. La actriz que la interpretó declaró sentir sensaciones extrañas. Los encargados del montaje también vieron fotografías extrañas y un halo de misterio envolvió a todo el rodaje. Y es que la historia de Volquimar ya fue misteriosa desde el momento de su triste fallecimiento en el incendio. Según cuentan sus familiares, ella se le apareció a su madre para contarle en que tanatorio reposaba su cadáver. Además se le atribuye al espíritu de Volquimar una serie de fenómenos paranormales en el actual edificio restaurado tales como apariciones de “fantasmas” que se parecían a ella, ruidos, sensaciones térmicas anómalas y todo tipo de apariciones. En 2004 el edificio llegó a ser exorcizado para acabar con todos estos fenómenos que intrigaban a los trabajadores precisamente en los dos pisos 19 y 20, en los cuales murió mayor cantidad de gente

 NOKTAMBULOx


Abrí los ojos somnolientos, apenas podía distinguir que me encontraba en mi habitación. Con algo de sueño me levanté y con pasos temblorosos me dirigí al baño, eran las 6:38 de la mañana, sentí un sabor a sangre en la boca y un líquido que brotaba de mis encías; pronto, el líquido se tornaba mayor, tanto así que ya no me era posible tragármelo, debido a eso, comenzó a emerger por mi boca, el piso de cerámicos blancos ahora tomaba un color carmín, entonces realicé que el líquido era sangre, fue así como levanté la cabeza para poder observar la herida de la que salían litros de sangre, al verme en el espejo, me horroricé de forma extraordinaria. 
Aquello que me causaba un estupor tremendo era que, al abrir la boca para ver la herida, noté que mis dientes se encontraban completamente podridos y desordenados, de modo que, los molares ahora estaban en el lugar de los caninos, y los incisivos dispersados alrededor de toda mi boca; jamás había visto cosa parecida. 



Finalmente, cuando parecía que la sangre dejaba de brotar, me dispuse a buscar la supuesta herida causante de la hemorragia, después de unos minutos, sin hallar vestigio alguno de cortadura o infección, sentí deseos increíbles de vomitar. Para esto, todo mi baño se encontraba cubierto de color rojo, mis vómitos solo eran sangre y no como comúnmente sucede que se regurgita la comida digerida, pero no, solo sangre; luego de 10 minutos de vomitar, sentí que vomitaba mi lengua, luego una especie de tubo delgado emergía de mi boca, tenía conocimientos básicos de anatomía, así que comprendí que vomitaba mis entrañas, luego, observé que salía una bolsa, el estómago, luego dos tubos, los intestinos delgado y grueso.
Yacía completamente bañado en sangre y cansado, debido a las contracciones que realizó mi cuerpo al vomitar. Contemplé mis órganos en frente de mí, me toqué el abdomen y sentía un vacío alucinante, solo costillas y piel, asombrosamente seguía con vida. Vi el reloj y marcaban las 7:30; iba a llegar tarde al trabajo, así que me afeité, me vestí y me encaminé con destino a mi oficina.
No duré mucho…



Hoy se cumple un nuevo año... y ésta, mi casa, sigue dormida..DENTRO   DE  UN  CURIOSO   LIMBO   LLENO  DE SANGRE,   FUEGO,  SEXO    SALVAJE    Y   AMOREE   PROHIBITIVOS  BOMITIVOS,........



Todo comenzó una deprimente noche de invierno en la antigua Yugoslavia, lo recuerdo por el hedor putrefacto de esa sopa extraña que me ofrecieron aquellas "amables ancianas" de aspecto andrajoso, nariz alargada y túnicas exóticas cuando me encontraron a punto de morir a causa del crudo invierno que sorprendió la tropa a la que pertenecía.

No había recuperado completamente la conciencia cuando una cucharada de esa repugnante mezcla ya hacia en mi boca sin fuerzas para mascar; yo solo trague como por instinto mientras observaba otras 2 ancianas que se cuchicheaban y me miraban con ojos de desprecio. Quizá habían descubierto que yo era un soldado británico enemigo y querían deshacerse de mi de una manera cruel o entregarme a las autoridades, hacerme prisionero y torturarme o quizá... 
de pronto todas esas ideas agobiaron mi cabeza y cuando estaba apunto de gritar por la desgracia que creía me esperaba, un fuerte dolor de cabeza me dejó inconsciente de nuevo.

Desperté después de lo que para mi había sido una eternidad pero mi reloj de pulsera marcaba como 30 minutos. Ya no estaba con esas horribles viejas y su indeglutible sopa; por un instante me sentí tranquilo hasta que en un intento por mover mi brazo me di cuenta de la realidad en la que me encontraba pues estaba completamente inmovilizado con cuerdas sujetas a lo que parecía un artefacto de tortura, después vi hacia las paredes: una estructura de metal con manchas de un rojo tan vivo que dudosamente pasaría por pintura. ¿Dónde estaba?, ¿Quienes eran esas ancianas?, ¿Qué querían?... Fue cuando volvió ese recuerdo a mi mente: días atrás había oído platicar a un general una antigua leyenda eslava, dicha leyenda hacía referencia a una aldea ubicada en las cercanías de nuestro campamento militar, aldea habitada por mujeres que habían quedado viudas a causa de la guerra y habían dedicado sus vidas a la practica de las artes obscuras.



Pero, ¿sería eso posible? acaso esas mujeres eran..., El sonido de una puerta abriéndose interrumpió súbitamente mis pensamientos, comencé a sudar frío y mis latidos sobrepasaban las 80 pulsaciones por minuto, parecía que estaba a punto de un ataque cardíaco, de nuevo vi una anciana que entraba por la puerta y se dirigía sigilosa hacia la palanca que estaba a un costado mio, para acabar mi ruina, la palanca parecía activar el complejo mecanismo de poleas que hacia funcionar la máquina a la que me hallaba atado.

Después de eso todo fue mucho menos pensado y mucho mas doloroso, la maquina separaba cada uno de mis miembros con una rudeza propia del demonio, el dolor aumentaba más y más hasta que se hizo insoportable y entre gritos sollozos y maldiciones quede desmayado para despertar aquí, en este cuarto acolchonado con esta maldita camisa de fuerza; se lo que piensan, pero yo se que no estoy loco!, tengo evidencias!... aunque eso no sirva de nada cuando le cuento una y otra vez lo mismo al psiquiatra que aquí me atiende; pues él dice que la única verdad que le digo es la de la tropa que desapareció el siglo pasado en aquella guerra y de la que nunca se supo nada. 

Alguien algún día podrá explicar mi suceso, es por eso que dejo mi testimonio escrito en este pedazo de papel amarillento que he podido extraer del inodoro, no quiero pasar aquí el resto de mi vida, yo se que digo la verdad...

En mis sueños de vigilia las palabras siguen acudiendo a mi, aunque no tengo tiempo para dejarlas plasmadas... pero hoy... hoy quiero dejar algo que demuestre eso, que sólo está dormida... Aquí lo tenéis:



"Hace tiempo que aprendí que cuando se trata de sentimientos no se puede ni de debe exigir; que las exigencias van a la razón y ésta nada manda en los sentimientos; que si empiezas a exigir manchas lo que sientes y ahogas lo que sienten; que si amas no tiene sentido reclamar, que por definición el amor, el de verdad, es altruista y se da sin esperar recibir.
Por desgracia, hace tiempo descubrí que esto no todo el mundo lo aprendió




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Casi me pasa desapercibido el día de hoy... muchas cosas en la cabeza y poco tiempo...
Algo me susurraba que tenía que recordar... pero si no llega a ser por un correo que leí hace un momento hoy no habría escrito aquí, y supongo que eso habría sido como decir se acabó.
Pero recibí ese correo, que me hablaba del olvido... y recordé... Hoy hace cuatro años que comencé este blog... no he escrito nada en él durante un largo año...
Tampoco voy a engañaros diciendo que quizás éste sea diferente, porque no lo sé... pero lo que sí sé es que si es así, en parte, será gracias a la persona que me envió ese correo y a todo lo que me está enseñando...
Así que sólo me resta decir... ¿Hasta pronto?
."


Los murciélagos tienen merecida fama de noctámbulos. La mayoría de las especies de este grupo de mamíferos solo vuelan en horas de penumbra o en la noche. Y a pesar de ello, a pesar de haber dejado el nicho aéreo diurno a los pájaros, han tenido un gran éxito: los murciélagos son los mamíferos dominantes en los ecosistemas tropicales y solo se ven superados en número de especies por los roedores.
¿Por qué razón tiene la mayoría de los murciélagos hábitos nocturnos? La respuesta a esa cuestión es materia de controversia. Porque no está claro cuál es el factor o factores que han conducido a ese abandono de las horas de luz para alimentarse. Hasta la fecha se han barajado, principalmente, tres hipótesis que no se excluyen mutuamente: la competencia con los pájaros por el alimento, el riesgo de hipertermia, y la evitación de depredadores.

 La primera de las posibilidades ha recibido escaso respaldo. Además, las pocas especies de murciélagos que vuelan de día rara vez coinciden con los pájaros en las mismas áreas, aunque exista cierto solapamiento horario en los periodos de actividades de unos y otros.


La hipótesis del riesghipertermia se basa en el hecho de que, al carecer de pelo las membranas alares, no disponen del aislamiento que evitaría el calentamiento producido por la radiación solar. El calentamiento provocado por esas radiaciones (luz visible) de día podría elevar la temperatura del interior del organismo hasta alcanzar valores superiores al límite letal térmico. Los otros vertebrados voladores, -las aves-, no corren el riesgo de sobrecalentamiento gracias al potente aislamiento que les proporcionan las plumas.

La hipótesis que más aceptación ha recibido hasta la fecha es la tercera, la de la evitación de depredadores. Los murciélagos insectívoros y zorros voladores (frugívoros) de hábitos diurnos que habitan islas en las que no hay aves de presa avalan esa hipótesis. Aunque también hay datos en contra: en Escandinavia hay murciélagos insectívoros que se alimentan a mediodía durante el verano aunque en la zona haya aves rapaces y, por otra parte, en las Azores, el murciélago insectívoro Nyctalus azoreum se alimenta principalmente de noche aunque allí no las haya.




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Uno de los edificios más célebres en Inglaterra por sus fantasmas es Raynham Hall. Seguro que todos hemos visto alguna vez la famosa foto de "La Dama Marrón", la imagen en la que vemos una "entidad" transparente que flota hacia arriba de la escalera. La foto fue tomada en 1936 por el fotógrafo Indra Shira. Pero aunque esa ha sido su aparición más recordada, "la Dama marrón" ha tenido otras muy relevantes.
La Dama Marrón. Fantasmas
Uno de las más célebres es la que se produjo alrededor del 1800, cuando George IV se quedó en la casa. Pasó la noche en el dormitorio de estado, pero se despertó a mitad noche y vio a una mujer morena que le observaba desde la cabecera de la cama, al lado suyo. La mujer estaba pálida como la muerte. George IV se asustó de tal modo, que exigió marcharse absolutamente de inmediato, que no aguantaría ni una hora más en esa casa maldita.

Años más tade, otro visitante de la casa, el coronel Loftus, contó haber encontrado al fantasma dos veces en la Navidad de 1835. La primera noche, vio al fantasma de pie en un pasillo cerca de la habitación de la señora Townshend. Trató de seguirla, pero conforme se acercó a ella, el fantasma desapareció. La noche siguiente volvío a aparecérsele, esta vez sobre la escalera. El fantasma portaba una lámpara. Esta vez no se acercó, pero sí hizo un bosquejo de ella para que los demás invitados de la casa pudieran verla.

El próximo encuentro ocurrió poco después. El capitán Frederick Marryat y sus dos sobrinos encontraron el fantasma también en el pasillo y esta vez  también portaba una lámpara. Marryat proclamó que el fantasma le había sonreído de un modo diabólico. Asustado, sogió su pistola y le disparó, pero su bala pegó en la pared, no atravesó a nada. La bala, proclamó, pasó directamente por la entidad sin hacerle nada.

El fantasma del que hablan las tres apariciones sería el mismo, el de la señora Dorothy Townshend, fallecida el 29 de marzo de 1726. Ella se casó con Charles Townshend en 1712, pero cuando éste descubrió que Dorothy había sido amante del señor Wharton, se pusó tan furioso que la encarceló, cerrada con llave en su habitación de la casa. Las forma en la que ella murió es una incognita. Hay quien dice que murió al caerse escaleras abajo y otros que falleció de varicela. Lo que sí es cierto que es el fantasma de “La Dama Marrón” está muy presente entre las paredes de Raynham Hall.



La famosa foto fue capturada en septiembre de 1936 por el Capitán Provand e Indre Shira, dos fotógrafos de la revista Country Life que fueron asignados a Raynham Hall para una sesión fotográfica del edificio. De acuerdo con el testimonio de Shira, esto es lo que sucedió:El capitán Provand tomó una foto mientras yo sujetaba la luz. Él estaba centrando otra exposición, mientras yo permanecía de pie a su lado mirando directamente arriba de la escalera, justo detrás de la cámara y con la pistola de luz en mi mano. De inmediato detecté una forma etérea con un velo que bajaba lentamente por las escaleras. Asustado, grité agudamente –rápido, rápido hay algo allí. Y aplasté el gatillo de la pistola de luz, después del flash cerré la persiana y el capitán Provand retiró el manto para enfocar y me preguntó: ¿Qué es lo excitante de esto?. Cuando revelaron la película, la imagen del fantasma de La dama marrón se pudo ver por primera vez, y fue publicada en la edición del 16 de diciembre de 1936 de la revista Country Life.Ocasionalmente el fantasma ha vuelto a ser visto


 De vampiros y fantasmas, de 
bestias zanquilargas, y de 
seres que surgen en la noche, 
!libera nos, Domine!"

  Julia se había acostado hacia poco rato. Aquella noche sintió de forma desacostumbrada un sopor irrefrenable, un sueño imprevisto que encaminó sus pasos hacia el dormitorio a una hora mucho mas temprana de lo que tenia por hábito. Ella lo achacó al duro trabajo de la jornada, aunque en el fondo sabia que aquel día no había sido diferente al resto.
    Echada sobre su cama, podía escuchar, como un leve murmullo, el sonido de los televisores de los vecinos, el ruido del ascensor subiendo y bajando, y el desagradable ronroneo de los vehículos circulando bajo su ventana. De esta manera su mente iba y venia de imagen en imagen, como cada noche, preparando el prólogo al sueño.
    De repente, Julia escucha unos pasos por la habitación. Aterrorizada intenta volverse para mirar el origen de este inquietante sonido, sin embargo no puede. Su cuerpo está completamente agarrotado


.
    Quien sea el que camina por su cuarto se dirige hacia la cama y Julia nota como unos brazos y unas rodillas se hunden en su lecho, justo a su espalda. Cada vez el pánico acongoja con mas fuerza su pecho, pero por mas esfuerzos que hace no puede moverse.
    En medio de este horror, Julia siente como un gran peso se pone sobre su costado, una masa negra que no puede mirar se acuesta sobre ella, incluso siente una respiración en su nuca.
    Haciendo un esfuerzo sobrehumano consigue desplazarse hacia el borde de la cama, cayendo de golpe al suelo con el extraño bulto pegado a su cuerpo.
    Al chocar contra la alfombra puede ver con horror un ser enorme, oscuro, que rápidamente se desvanece ante su atónita mirada. La visión es tan fugaz que no puede apreciar rasgos definidos, ni ojos, ni boca, solo una figura con forma humanoide que desaparece ante ella.
    Julia estaba esa noche sola, en ningún momento perdió la consciencia del entorno. Los sonidos de la televisión de los vecinos, de los motores de los coches en la calle, del subir y bajar del ascensor, no se apagaron en ningún momento. Todo había ocurrido en tiempo real...
 

    El presente trabajo es un intento de desvelar el enigma de un mundo increíble, la realidad de unas presencias imposibles. Seres que, como intrusos, entran en nuestras vidas por la puerta falsa, sembrando terrores, y sin saber cuales son sus intenciones.
    Es posible que Vd. ya haya recibido su visita, es posible que esté a punto de recibirla...




Espíritus Buenos y Malos

 Muchas veces hemos hablado de esto, por el termino espíritus buenos entendemos unas entidades que nos ayuden en lo que necesitemos y que nos respondan correctamente a las preguntas que les hacemos (en la medida de lo posible). Hasta aquí todo va bien, el error viene cuando definimos a los espíritus malos, los definimos como entidades que nos pueden hacer daño, sin que nosotros lo podamos evitar, Esto es mentira. La única manera de que un espíritu nos ataque, es si previamente no nos hemos portado bien con él. A veces nos entran espíritus que sin que nosotros lo lleguemos a saber, tienen poderes. Si nosotros nos portamos bien con ellos, nunca nos atacarán, contestarán o no contestarán a nuestras preguntas, pero nunca nos atacarán; por el contrario si le insultamos corremos el riesgo de que se enfade y de que nos pueda hacer daño. La posibilidad de que entre un espíritu con poderes es muy pequeña (poderes que los pueda usar contra nosotros); lo mas normal es que si insultamos a un espíritu, este directamente se despida de nosotros y se vaya. Por lo tanto, es aconsejable no insultar a las entidades, ya que con el tiempo, podemos toparnos con una entidad de las que cuando se enfadan no se van, sino que actúan. Los demás espíritus, sino se les insulta, pueden llevarnos a muchas verdades. Por eso es conveniente, para evitar peligros, portarse correctamente con todas las entidades con las que nos comuniquemos. Por lo tanto, repetimos, que si con el OUI-JA no tratamos de traer a una entidad mala, es difícil que tengamos problemas, y si tratamos de traer a una mala entidad, como se suele decir "tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe".

UN SÍMBOLO QUE ATRAE A LOS BUENOS ESPÍRITUS: EL TRIANGULO

 Observemos bien la estrella de David. A primera vista no es mas que una estrella de seis puntas, pero si la miramos mejor, notaremos que es la superposición de dos triángulos, uno con el vértice hacia arriba y otro con el vértice hacia bajo. Esta es la síntesis perfecta de la Magia: "Lo de arriba igual a lo de abajo", el bien y el mal juntos, de cuya fusión surge el verbo, la fuerza poderosa y desbordante que somete a toda fuerza a su voluntad, que domina en eterno devenir, la esclavitud de la sombra es derrotada, la suprema voluntad divina imprime su sello en el Universo, completando, creando y transformando todo su diseño. Cada uno de nosotros guarda una centella divina, Dios esta en nosotros y por eso nosotros somos Dios. Si lo queremos de forma sincera y constante, podemos llegar a todo, nos es concedido elegir entre el bien y el mal, al bien le seguirá el bien, al mal no podrá seguirle otra cosa que su equivalente, el mal mismo.
 El poder oculto y Extrasensorial, por tanto, es lo que perdura de nuestra fuente angelical, todo eso se ha quedado adormecido en nosotros y tenemos que buscar la forma adecuada para volver a sacar a flote este gran don. El triangulo es una valencia mágica, por tanto, podemos actuar con el tanto en el bien como en el mal, y los resultados obtenidos son materialmente tangibles.

EL PENTAGRAMA

 El pentagrama o estrella de cinco puntas, la que vemos muchas veces en las fiestas navideñas en algunos escaparates de las ciudades, tiene un punto en común con el triangulo si se observa una de ellas, se verá enseguida de que se trata. Con la punta hacia arriba, evoca a las entidades del bien; viceversa, no solamente atrae a las entes negativas, sino que es una de las evocaciones del príncipe de las tinieblas, procure no dejarla nunca en esta postura. Todo el que lleve una sortija de oro con el pentagrama en postura benéfica, no ha de temer los maleficios de nadie y mucho menos de entes maléficos espontáneos: el anillo se debe llevar en el dedo medio de la mano izquierda. Este pentagrama en posición positiva puede ser colocado en un lugar que usted elija en el tablero OUI-JA, generalmente, estos tableros, suelen dejar en las esquinas lugares en blanco, idóneos para colocar uno de estos pentagramas.




".

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